Archivos diarios: 26 marzo, 2014

Algunos “mitos” sobre el asado

¿Es más sano, que la tira de asado esté bien cocida?

Se sabe que cuanto más cocida esta la carne, es menos probable que esté contaminada, pero pierde un poco el sabor propio. Para algunas personas el verdadero sabor está cuando la carne se sirve “a punto”; si las carnes que se utilizan están “bromatológicamente” aprobadas no existe problema alguno.

 

¿Será cierto que lo que engorda del asado es el pan con que se lo acompaña?

El pan arrastra ese problema: engorda.

Cada 100 gr de pan francés estará incorporando 270 calorías. Si se tratara de pan integral, esas calorías se reducen un poco.

Recordemos entonces lo aconsejado de “calentar” las rodajas de pan en la parrilla. Sin llegar a tostarlos estamos reduciendo su humedad, se lo digiere mas lentamente que el “fresco” y así produce una sensación de saciedad más rápidamente y duradera, con lo que se reduce su consumo.

 

¿Engorda el asado?

Sabemos que la carne es, en general, un alimento de alto valor biológico por la calidad y por la cantidad de proteínas que contiene, pero es sabido que contienen  grasas. Por lo tanto no es un “problema” de las tiras de asado en particular. De modo que la respuesta a si la carne engordan, depende básicamente de las cantidades que uno consuma.

Previo a su cocción, a las tiras de asado, se le retira los excesos de grasas y por otra parte por el tipo de cocción que recibe, las partes de grasa digamos “periféricas” quedan bien visible y son “descartadas” rápidamente por el asador al trocearla, quedando solo aquellas en su veteado muscular.

Por otra parte no es comida de “todos los días”, con lo que la ingesta de carnes del tipo magra la podemos dejar para el resto de los días.

Por otra parte, es el asado, en este caso tira de asado, una comida que da una rápida sensación de “plenitud”, con lo que su consumo es más fácil de moderar.

Sino ya sabemos, después de un buen asado, y para bajar la comida, podemos caminar para quemar calorias.

 

¿El asado es malo para la salud?

Recordando la vejez de mi abuelo, del que me he permitido agregar a este libro una vista fotográfica empezando el fuego para el asado, no me parece que se lo pueda calificar de esa manera.

Por otra parte tengo una sensación, persistente actualmente, de que se “promociona” que cualquier cosa agradable debe ser malo para nuestra salud.

En el asado he leído notas especializadas advirtiendo sobre algún peligro cuando el asado contiene partes de corteza de la carne “quemada” y que se destaca del resto por su intenso color ennegrecido.

Pero seamos realistas, si hemos fallado en algo en la cocción y se nos ha producido esos efectos, casi seguro que en la etapa del troceado nuestros ojos nos llevará a “rebanar” esas partes y si algún resto fue camino al plato, es el comensal el que sin decirle nada, lo eliminará.