Archivos diarios: 22 mayo, 2014

La historia del asado – La guitarra y el gaucho

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Que el gaucho gustaba de la guitarra, no hay duda alguna.

La guitarra formaba parte de la vida del gaucho, algo infaltable. La llevaba en sus recorridas a caballo, acomodada de costado y resguardada por su poncho para que no se estropeara.

 

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Leemos que la llamaba: “La viguela”, quemuy poco sabemos de ella, que en nuestros campos se usaba una que no era exactamente la española ya afianzada para el siglo XVIII en su forma actual de seis cuerdas, sino otra más pequeña, de sólo cuatro cuerdas a la que los viajeros la describían como “guitarrita”.

 

¿Pero donde conseguía el gaucho la guitarra?

 

Podemos suponer que llegaban importadas las de “seis cuerdas” a las pulperías y allí las comprarían….

 

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pero ..

 

¿Como es que eran de cuatro cuerdas?

 

Deberían existir, pues, artesanos que las fabricaran, lo que habría constituido una industria muy rústica de cuya existencia pareciera que no hay datos.

Eran los tiempos en que las cuerdas se fabricaban con las tripas de animal.

De ser esto así, está muy perdido en el pasado y ha de referirse, tal vez, a zonas más desarrolladas de nuestro actual territorio -o al Perú o al Paraguay de los jesuitas, que no a la pampa, donde hacia 1800 imperaban el horizonte vacío …

Los gauchos acostumbraban a reunirse alrededor del fogón para recitar versos improvisados que acompañaba con su guitarra. Sus estrofas hablaban de la vida y las tareas rurales, del amor y la naturaleza.

 

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Tanta falta de información sobre la guitarra del gaucho …. que florecen leyendas como esta:

En las soledades de las sierras fue a vivir un gaucho con su esposa en un ranchito humilde, pero que tenía la alegría de los hogares bien constituidos.

La vida pasaba sin sobresaltos en total calma, hasta que una tarde llega por el lugar un forastero de mala vida, que aprovechando que el gaucho estaba en plena tarea del campo, quiso conquistar el amor de la mujer, quien se resistió con todas sus fuerzas y grito desesperadamente pidiendo ayuda a su marido, el que al escucharla regreso presuroso en su caballo.
Al llegar a su rancho ya era tarde, el mal hombre había herido con su puñal de muerte a la mujer y caída en el suelo se desangraba. El esposo busco a asesino, pero este al darse cuenta del daño que había causado puso pies en polvorosa.

El pobre gaucho quedo allí acongojado, triste pensando en la compañera que ya estaba con Dios, y así abrazo con ternura el cuerpo de la mujer durante toda la noche hasta quedarse dormido.

Dios se apiado de el y al otro día al despertarse, encontró entre sus brazos un instrumento de cuerdas y con las formas ondulantes del de las caderas de una mujer.

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Desde ese momento el gaucho que esta solo, ya tiene una compañera, la fiel guitarra criolla.

A esta altura de los comentarios sobre la figura del gaucho + la pampa + su rancho + su caballo + el mate + su guitarra ….

¿algo más para describirlo, para identificarlo?

hay mucho más, pero vamos a limitarnos a una más, antes de centrarnos en “los orígenes del asado en nuestro territorio”:

 

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