La Parrilla: Su limpieza

En todo asado, hay que limpiar la parrilla (el sector metálico donde se coloca la carne).

Sabemos que la carne que apoyaremos se impregnará inmediatamente de lo que haya quedado adherido a la parrilla. Y quedara con marcas y posiblemente de sabores, que nada tienen que ver con la cocción.

Están quienes aseguran que cuando más sucia esta la parrilla más rico sale el asado …  ¿verdadero o falso ..? en mi opinión prevalece el lograr que la carne no quede “manchada”. No olvidemos que ese trozo de carne esta muy expuesto a la vista en el plato del invitado.

Tenemos que suponer que en el asado “anterior” y a su finalización, ya la hemos limpiado. Ya sabemos que a todos les gusta comer un buen asado, y/o hacerlo, pero después, a la hora de limpiar la parrilla todos salen corriendo o se hacen los distraídos …

¿Como habremos limpiado la parrilla después del asado anterior?

Aprovechando el calor que continúa desprendiendo las brazas.

Arrimando la parrilla lo máximo posible a la braza existente para que tome calor. La grasa se debiera ir desprendiendo en buena medida, pero hay que “ayudarla” para que se desplace hacia el receptor de grasa. Acá ya no importa si parte se cae al fuego.

Ya sea que la estructura de la parrilla sea en “V” o redonda, nos podemos ayudar con una espátula, raspando (rascando) las superficies. Lo ideal algún elemento que tenga forma que permita introducirse en el caso de barras en “V” o con medio círculo, si las barras son redondas.

Algo parecido al aparato que ilustra la vista siguiente.

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El cepillo de alambre de acero, facilita también la limpieza.

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Es bueno también pasarlo por debajo de la parilla para desprender impurezas

Con la ayuda de trapos viejos y/o hojas de diario, se termina la limpieza de la estructura (importante colocarse el guante para pasarlos).

Se termina arrimando el resto de braza hacia la “colectora” de la grasa, para que trabaje un tiempo más, logrando de esa manera que se produzca el deslizamiento de la grasa hacia el recipiente receptor (“el tachito”).

Finalmente aproveche para “repasar” las otras partes de la parrilla también con trapos viejos. Es decir los laterales, la barra que enrolla las cadenas para su desplazamiento, y de esa manera evitar la “caída” de suciedad sobre la carne  .. y listo para el próximo asado.

Escuchamos también que aconsejan cubrirla con una manta de aceite.

 

…. Ahora en el nuevo asado, veamos de “inspeccionarla” ….  y si por el transcurso del tiempo, en la parrilla se ha formado óxido, lo primero que hay que hacer es retirarlo, pasando el cepillo de acero sobre la misma.

A continuación hay que retirar los restos de grasa que pudieron quedar de la limpieza anterior. Hacerlo cuando se colocaron las primeras brazas y la parrilla tomo calor.

Una vez caliente, se limpia frotando la misma. Con que? Hay quien se ayuda con papel de diario.

Pero y si … por alguna razón no se pudo limpiar en el asado anterior?

Bueno, acá la cosa es más complicada. Mejor dicho hay que tener paciencia y trabajar un poco más.

Las alternativas son, hacerlo con las brazas ya colocadas. O hacerlo sin las brazas colocadas y terminarlo cuando si lo están.

Limpiarla sin la presencia de la braza, digamos que vale todo ….. y es una tarea “ardua” … espátula y/o cepillo de acero, raspando la estructura, barriendo con lo que se desprende, es imprescindible y por un buen rato. Luego repasar con trapo viejo retira algo más.

Acá habrá que definir, si hasta ahí la limpieza lograda es suficiente o no.

Si ya se ha logrado la limpieza deseada. Esperamos la llegada de la braza para repasarla con el fuego encendido con trozos de grasa.

Si creemos que la limpieza sigue siendo insuficiente o tenemos dudas, continuemos la limpieza cuando ya hemos colocado braza y la estructura tomo calor.

Con que? Difícil decirlo si los ojos no nos dan una idea de cómo se encuentra. Puede que haya que repetir todos los pasos anteriores aunque lógicamente con menor intensidad, pero con la estructura caliente el efecto de limpieza es más seguro de lograr.

Pero porque no usar “limpiahornos”? O algún otro producto desengrasador?. Es que son productos químicos y es difícil que no queden restos de esas soluciones que tomaran contacto con la carne.

Si los podemos utilizar, si se retira la parrilla y en su limpieza nos aseguramos que se la termina con mucha agua. En ese caso obviamente podemos emplear detergente. Insistimos, luego lavar “profundamente”.

Usar una mezcla de agua y sal, se logra también un buen resultado.

Leeremos que algunos encuentran que también sirve haber guardado los restos de café de filtro, humedecerlos y refregar la estructura estando fría o tibia y otros que aconsejan pasarle con un cepillo de paja embebido con agua con vinagre blanco.

En mi experiencia, no lo encuentro necesario recurrir a esos métodos.

Si me permito recordar, haber empleado algún trozo de ladrillo, para raspar la estructura, cuando esta muy sucia de asados anteriores, con buenos resultados.

Importante. La estructura a limpiar no es solo la parte superior. Veamos de repasar también de alguna manera la inferior.

La canaleta donde se recoge la grasa derretida, el orificio de salida y el recipiente (el tachito), donde se la recolecta, también deben ser “observados” en ese tiempo de limpieza. Hay que asegurarse que el orificio por donde cae la grasa esta libre.

Como vemos, hay alternativas para lograr la limpieza de la estructura donde apoyaremos la tira de asado. Solemos acostumbrarnos a alguna de ellas. El final tiene que ser siempre el mismo: …

… poder apoyar la carne sin que se marque con grasa de otros asados ….. pero tampoco sin tanta exageración.

Habrá casos “especiales” como es cuando tenemos que recurrir a una parrilla, expuesta al aire libre, por ejemplo en un camping y que seguro que no se limpió al terminar el asado anterior y que al no “saber” como fue ese asado, nos muestra mucho mas preocupados y decididos a intentar una limpieza “a fondo”.

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El escenario esta entonces puesto.

Parrilla “limpia”, carbón, utensilios y la carne -perdón las tiras de asado- ya retiradas del refrigerador, integran ese escenario.

Atención, que no es de los espectáculos, en que se “levanta” el telón y aparecen los actores y pasamos a apreciar el mobiliario.

No hay telón para levantar. Acá está, desde un primer momento, todo a la vista de los invitados, desde el mismo momento en que “nos llegan”.

Por otra parte, existiendo asado, es seguro que todos desfilaran hacia el asador, y con el pretexto del saludo al Señor/a asador, conocido también como el “parrillero”, se empezara a saborear con los ojos y con el olfato, al asado que se viene.

Entonces, todo debe estar “perfecto”, ……….. o por lo menos, debemos intentarlo.

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